COVID-19, la situación actual en general, y la jubilación

En esta ocasión me costó mucho trabajo decidir escribir y cómo escribir sobre este tema, quiero ser muy cuidadoso porque principalmente la emergencia sanitaria es muy seria, pero por otro lado, hay situaciones que son como son, y que requieren atención, por lo que en línea con mi propósito de ayudar al mayor número de personas posible en la preparación de su jubilación decidí poner mi granito de arena para apoyar en este aspecto.

Indiscutiblemente estamos viviendo una de las peores crisis en la historia de nuestro país, porque contiene una serie de agravantes simultáneas como: el crecimiento nulo y eventualmente negativo de nuestra economía, la baja del precio del petróleo, la pandemia del Coronavirus, el entorno polarizado de nuestra sociedad, la inseguridad, etc., etc., es como en ocasiones se define “una tormenta perfecta”, que sin duda  tendrá consecuencias en muchos ámbitos, y en donde el laboral no será la excepción.

Las empresas están siempre en búsqueda de eficiencias financieras, y con la situación actual es muy probable que ejecuten acciones de reestructuras y cambios o reorganización en sus equipos, con lo que esto conlleva; es decir, recortes y liquidaciones de personal, en donde normalmente se incluyen prejubilaciones y jubilaciones. 

Por otro lado, la incertidumbre generada recientemente por los rumores de la jurisprudencia de la SCJN sobre bajar la pensión del IMSS de la que ya hablamos en nuestro artículo anterior, la reforma del sistema de pensiones que está en proceso de análisis y sus posibles cambios, más la “tormenta perfecta” ya mencionada, ha hecho pensar a más de uno en jubilarse o adelantar su jubilación para de una vez y capitalizarse y así tener “más tranquilidad”.

El haber apoyado a empresas o individuos en estos procesos, nos ha dejado la experiencia de que ya sea que la decisión provenga de la organización, o del empleado o ejecutivo, es necesario que la persona tenga un panorama completo de lo que va a enfrentar para estar lo mejor preparada posible y así poder transitar de manera más adecuada, y porqué no, de manera proactiva y positiva en su proceso. Esta preparación, independientemente de quién tome la iniciativa se va a agradecer porque apoya en la definición de un plan financiero, del manejo de emociones, y de lo que eventualmente podrá hacer en su siguiente etapa de vida productivamente.

Para las empresas, el apoyar con esta preparación de jubilación al colaborador siempre tendrá un gran valor. Esto  facilitará dicho proceso y contribuirá no sólo de manera responsablemente social, sino como un diferenciador en cuanto a  imagen y aspecto moral de la empresa, sobre todo porque en nuestro mercado todavía no es muy común hacer este tipo de acciones, aunque cada vez hay más presión social por el número creciente de gente en edades cercanas a la jubilación. En muchos casos el proceso de salida es tan agradecido que la relación empresa-colaborador puede continuar de diversas maneras, pero siempre con valor agregado para ambas partes.

Para el empleado o ejecutivo que toma la decisión de jubilarse o prejubilarse, siempre el escenario será muy diferente, porque simple y sencillamente si el momento lo define él o ella, el proceso y las emociones son radicalmente distintas. Sin embargo, hemos visto que en el común denominador, las personas no han hecho un análisis financiero y tienen muchísimas dudas acerca de lo que harán en el futuro, por ello aclarar estas dudas y tener un plan personal de vida concreto para la siguiente fase de vida genera mucha tranquilidad en todos los sentidos.

Como ya he comentado anteriormente, en Retirement Advising tenemos la experiencia, contamos con la metodología y hemos desarrollado las herramientas necesarias para apoyar a nuestros clientes, empresas o individuos, a manejar el proceso de preparación de jubilación integral de manera satisfactoria. 

Te invitamos a ver el video que realizamos sobre este tema.

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