En general las personas en fase previa a su jubilación viven esa parte del proceso con mucho estrés, incertidumbre y nerviosismo, ya sea porque no ha habido una preparación adecuada, porque el aspecto financiero no se encuentra totalmente cubierto, o simplemente porque no tienen una idea clara de lo que quisieran hacer después del momento de la jubilación. Entonces la opción más común es pensar en continuar trabajando para mantenerse activos.
Al cerrarse a ésta como su única opción, lo más común es pensar en buscar alternativas de empleo con características similares a las que desarrollaban durante su vida laboral y es ahí en donde entran en la dinámica convencional de pensar “al salir de esta empresa ninguna otra me contratará”, “las empresas ya no contratan a personas con mi edad, entonces ya no tendré oportunidades de empleo”, “me van a querer pagar muy poco”, “quién va a querer contratarme si ya soy obsoleto”, y muchas otras ideas similares.
¿Por qué nos encajonamos en pensar que prácticamente la única solución es continuar haciendo lo que siempre hemos hecho? Esta es una respuesta natural, ya que hemos dedicado gran parte de nuestras vidas a convertirnos en especialistas en nuestra actividad particular y no nos hemos dado la oportunidad de hacer o intentar algo diferente. Tampoco nos hemos abierto a pensar que existen muchas otras opciones que se encuentran fuera de nuestra zona de confort, es decir, fuera de donde nos sentimos cómodos.
Normalmente no entramos en este tipo de reflexiones porque no estamos dispuestos a cambiar nuestra actividad, la actividad que tanto nos ha dado y en la que somos expertos. No es fácil cuestionarnos si a lo que nos dedicamos está bien, está mal, o si pudiera estar mejor, ni mucho menos dar el paso a cambiarlo, pero lo que está claro es que nadie más que nosotros mismos tendría la respuesta y la solución.
En Retirement Advising estamos muy satisfechos de poder motivar a nuestros clientes a regalarse tiempo de calidad para ellos mismos, y sostener pláticas introspectivas y reflexivas para conocerse más y así poder descubrir el cúmulo de habilidades, capacidades y experiencias con las que cuentan para redirigir sus actividades hacia donde mayor satisfacción y disfrute encuentran tanto en lo personal, profesional y financiero, al identificar un propósito de vida más claro para aplicarlo en esa fase retadora pero disfrutable de la jubilación.
Sobre el autor
Enrique Marín
Experto en finanzas personales y retiro
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